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¡Hola Lara! Antes de la entrevista tengo que decirte que
te admiro muchísimo y que estoy encantada de tenerte en mi blog. Ahora sí,
empezamos con una pregunta para conocerte un poco mejor: ¿Con qué tres palabras
te definirías?
¡Hola
Marina! Es un placer que me dediques un espacio en tu blog, ¡gracias!
Uf. Son
estas simples preguntas las que resultan más difíciles. Seguro que luego se me
ocurre un adjetivo mejor y me arrepiento de no haberlo dicho jaja, pero ahora
mismo diría que soy sensible, introvertida y romántica..
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¿Qué es la poesía para ti?
La
poesía para mí es, más que un género literario, una forma de ver el mundo, de
sentir las cosas, de percibir los detalles, plasmarlos y transmitirlos a través
de palabras. Es como un estilo de vida.
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¿En qué te inspiras?
Esa es
una pregunta difícil. Podría decir que antes casi todo eran experiencias
personales. Quería transmitir lo que sentía y mi dolor era mi propia
inspiración. Ahora, sin embargo, intento crecer y dar más de mí, por lo que
últimamente me dedico a leer muchísimo y a quedarme con ideas sueltas sobre las
que luego intento desarrollar un texto. Es un ejercicio más difícil para mí
pero trabajar lo que escribo ha resultado ser tremendamente satisfactorio. Para
darte un ejemplo, el otro día leí en un poema la palabra «barro» y me sonó tan
perfecta que en base a eso escribí una historia que no tenía nada que ver pero
en la que usaba la palabra. La inspiración está en todas partes si se busca.
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¿Cuáles son tus poetas favoritos?
¿Es
posible que alguien que me conozca o siga a través de las redes sociales no
sepa todavía que Alejandra Pizarnik sobre todas las cosas? Jajaja. Aparte adoro
a Sylvia Plath, Virginia Woolf, Henry Miller, Ted Hughes, Baudelaire, Anaïs
Nin, Lorca…
También
me gustaría destacar a algunos poetas actuales como: Rupi Kaur, Paula Bonet,
Luna Miguel, Chantal Maillard, María Sánchez, María Sotomayor, Carlos Catena,
Laura Márquez, David González o Natalia Litvinova entre otros.
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¿Cuál es tu proceso de escritura?
Cuando no
es un impulso que no puedo remediar, si no algo que me siento a hacer
pacientemente, simplemente leo un rato, me hago un café y escribo en el
ordenador. No tengo una rutina, pero mi momento favorito son las mañanas.
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¿Escribes únicamente sobre tus experiencias vividas o
también escribes sobre algunas inventadas?
De todo
un poco. La mayoría de mis textos son biográficos pero creer que todo lo que
escribo es real sería precipitado. En ocasiones son cosas que he soñado
mezcladas con momentos reales, cosas que me gustaría vivir o incluso
situaciones que han vivido otras personas e intento trasladar a mi mundo. Una
especie de biografía de ciencia ficción, si es que eso tiene algún sentido.
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¿Cómo llevas el feedback que tienes en las redes sociales?
¡Muy
bien! Nunca me canso de dar las gracias porque me sigue pareciendo increíble
que haya miles de personas ahí, siguiendo lo que hago a través de una
pantallita. Es alucinante y precioso. Además es muy divertido cuando ya
reconozco usuarios de personas que llevan años aquí conmigo. Siempre digo que
ya somos como una familia porque me han visto reír, amar, llorar, equivocarme y
cumplir sueños. En parte estamos creciendo juntos y ese feedback es increíble.
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Describe brevemente tus dos novelas publicadas. ¿Cómo
conseguiste publicarlas?
Una chica azul es un poemario entre la adolescencia
y los veinte. Trata de amor, desamor, ilusiones, miedos y tristezas. Alejandra, en cambio, es narrativa y
trata el trastorno ansiógeno depresivo de la protagonista alternando los
capítulos personales con los de terapias.
Conseguí
publicar Una chica azul llamando a
las puertas de varias editoriales hasta al final encontrar la mía, Ediciones en
Huida. Preparé una carta de presentación, y mandé un email. El resto es
historia. Alejandra pasó directamente
de mi ordenador a las manos de ya mi entonces editor, fue un proceso totalmente
diferente porque entonces él ya conocía mi trabajo.
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¿Dónde empezó tu éxito?
Mi
«éxito», o más bien todo este apoyo, empieza a crecer con una frase tonta que
dije en Twitter un día que estaba en el Low Cost en 2013, que dice «sé triste
si eso te hace feliz», y un pequeño blog que se llamaba como una canción de
Extremoduro. Pero lo importante es que termina con una dedicatoria a mi abuela
y dos libros en la estantería de mi casa. Esos son los aplausos que más suenan
aunque no hagan ruido.
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¿Qué es lo que te hace más feliz actualmente?
Ahora
mismo haber terminado mi carrera, estar trabajando en lo que me gusta, ver a mi
familia y amigos felices, que mi perra siga viva (y coleteando) y tener nuevos
objetivos y sueños que cumplir.
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¿Cuál es la meta que has alcanzado de la que más orgullosa
te sientes?
Aparte
de publicar los libros, que era uno de mis sueños desde pequeñita, ahora mismo
me siento muy orgullosa de ser independiente haciendo lo que más me gusta, que
es dedicar mi vida a la de los demás.
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¿Nuevos proyectos en mente?
¡Siempre!
Tengo varios. El más ambicioso de ellos, y mi favorito, es una novela que crece
despacio pero fuerte.
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¿Si sólo te pudieras quedar con uno de tus poemas con cuál
te quedarías?
El que
más me gusta es este y es prosa:
Quiero plegarme, doblarme sobre mí misma, angular mis piernas con mi espalda, empequeñecer. Sólo así será posible el regreso al útero. Ser ciega al mundo y que éste me mire con ternura y palabras que no signifiquen nada. Que deje de sangrarme el vientre, no sé a quién le pertenece la vida que pierdo cada mes. No pongo nombre a la pérdida, tampoco la ansío. Ahora que tengo cuerpo de mujer desconozco mis obligaciones. No sé si el deseo es pecado y si así lo fuera no creo que ningún dios me castigue más que cualquier hombre. Veo cómo sus ojos me desmerecen, cómo sus labios me juzgan, cómo la vena de su cuello erecto me cree de su posesión. Pero ellos no sangran, ellos nacen de mí y sólo así aceptaré al hombre; animal tierno y salvaje, amamantado de mi pecho, guardo tu descendencia en mis entrañas, ¿acaso desconoces que naciste de donde ahora me penetras?
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Cada vez más gente accede a la poesía, ¿crees que se está
poniendo de moda últimamente? ¿Qué piensas de ello?
Por un
lado me parece maravilloso que la poesía atraiga a nuevos lectores y
escritores. Por otro lado me preocupa más la calidad que la cantidad y creo que
se está abusando mucho de lo que yo llamo «poesía rápida», frases recurrentes
gastadas hasta la saciedad y repetidas en 140 caracteres en las redes sociales
que ahora venden miles de ejemplares. Supongo que una editorial, que al fin y
al cabo es un negocio, puede apostar por el número de seguidores y las posibles
ventas. Y entiendo que muchas personas se sientan atraídas por poemarios que
hablan directamente de lo que ellas sienten. Tuve una época muy hater que he
conseguido mitigar y ahora simplemente consumo lo que me gusta y lo que no pues
no lo compro y ya. Al final la calidad es subjetiva y los criterios variables y
el tiempo me ha enseñado que el trabajo que debo preocuparme por juzgar es el
mío.
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¿Cuál es tu frase favorita?
Ahora
mismo la llevo tatuada: también esto pasará.
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Última pregunta, ¿si pudieras cambiar algo del mundo qué
sería? Muchísimas gracias por haber contestado a estas preguntas☺
¡Venga,
una fácil para terminar! Jajaja. Pues… Si pudiera cambiar algo sería la
educación, porque creo que es la base de la mayoría de problemas sociales como
el machismo, la homofobia o el racismo, entre muchos otros, desgraciadamente.
¡Gracias
a ti y a todas las personas que han llegado hasta el final, lectores guapos! Os
morreo.
Holaa❤️ Me ha encantado la entrevista y tengo muchísimas ganas de leer el libro!!! Me encanta tu sección de entrevistas por cierto, es genial��
ResponderEliminarMuchas gracias!!!
EliminarHola! Estoy empezando a leer poesía y por el momento me encanta a más no poder. Debería leerme esta obra? Sus poemas de que tratan? Quiero decir... Que te transmiten?
ResponderEliminarSii creo que deberías leértela porque no es muy difícil sentirte identificado. Sus poemas tratan un poco de todo, pero sobre todo de desamor.
EliminarEspero que te haya servido:)
Besiitoss